miércoles, 8 de junio de 2011

Mandarina

Ha pasado ya tanto tiempo desde la ultima vez que te vi que se me han venido dislocando los pensamientos. Ahora me encuentro de pie frente a este muro, que mas que un muro parece un desconcierto, viendo tu forma en las nubes. ¿Por qué desconfias tan seguidamente de mis abrazos? Tormentas, botas y arenillas son mi compañia displicente. He descubierto auroras desde lejos cuando te veo. Me he decidido a decidir; quiero tener un hijo contigo, con toda esa belleza encubierta en tus palabras y en ese beso nocturno, pero pues ahora nos toca esperar casi deliberadamente a que el tiempo acierte en nuestros cajones y tus canciones. Contigo los dias son como domingos con flores y suculentos almuerzos. Me haces temblar desde el recuerdo ¿por qué vives tan lejos? Quiero encerrarme en tu recuerdo dejar esta cordura de señor grande por la locura de niño chiquito en recreo. ¿Donde escondes tus miradas y tus besos y tus caricias y todo ese viento que te envuelve? Contadas las notas de cada cancion entro en la deseperacion, me he botado por el precipicio oscuro y profundo de esta poesia de tu piel
Mándame la linterna de tu voz, un abrazo descomplicado, bésame desde la orilla de tus vespertinos ojos, que yo por mi parte me anudaré fuertemente al lazo de tus labios-tan solo si me dejas-. 
Cielos inmensos nos recorrerán el cuerpo independiente de cada uno. Perfeccion, remedio, pelea, amor, paseo.

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