A Manuoche, espinita de mis carnes.
Canto a esa mujer
que ya no advierto
A la que aguardo en la curva del camino
de un
pueblo
A la inagotable silla
que me sujeta a tierra
A esa mujer
/oteo y sopecho/
a esa mujer
Yo le amaré
querrá la letra escogida sobre las demás
querrán los astros y laberintos su ocultísimo lunar
vendrán de visita pequeñísimas lluvias
/en cierta porción de mar/
canto
Existirá el desierto -- suyo.
Din darán dararán.
A la fosforescencia que me llena
las calles de arena
-canto-
que el viento aletea
como una flor clandestina
Suyo el caique
mío
el puerto.
Su ocultísimo lunar querrá el pentagrama y la metáfora.