viernes, 30 de diciembre de 2011

Pájaro Azul.

La jaula se ha vuelto pájaro ... Es el instante de poner cerrojo a los labios ...
Pizarnik.

Pájaro azul,
Pájaro azul, que vuela intermitente
letra colmada de infelicidad
o felicidad voluble que colorea la mente.

El ave Tente
me da seguridad,
pero es ausente

vaga y meditabunda.

Pájaro azul, que vuelve intermitente
arrastra el curuba cielo vespertino
hacia el oscuro y tuguroso cielo nocturno

dejándome en la vereda de la desazón/
la deseperación/
del libro sin la hoja del final.

Pájaro azul, que vuela intermitente
camina por los caminos que le dicen
que le hacen, que le obligan (que le obligan?)

vuela,
da círculos sobre at mortis corruptis
de la insaciable gana de acompañarle
Oh! pájaro azul, permisos intermitentes para tu vuelo

vuela vuela
vuelve,
Verde Pájaro Azul.

(Se tú y no dejes que sean por ti).

domingo, 18 de diciembre de 2011

3 puntos y artificios

La noche es injuriosa y
ávida de asesinar
con sus maquiavélicos juegos de festín
toda la felicidad otorgada por los dioses
o la muerte.

Se toma el tiempo- él- de pensarla
dulce y sensatamente, queriéndola,
pero no se da el tiempo - ella- de pensarlo
sentirlo y apartarlo de la guarida oscura de la palabra venenosa.

La tarde es tibia, larga y engalanada de verdes libélulas/
se entremezcla la caricia intencionada del adiós.
Ese amor tan comprensivo los arropa, para que
no se sienta la fría tristeza que puede separar.

Camina despacio -él- por la certeza
se bota en caída libre -ella- con las frases
la almidona la inquietud -ella- y sonríe eficazmente
respira y se insufla -él- la tranquilidad del yasaber.

Llega la mañana, como primero de enero,
cargada de menos tiempo y más días sin saber
para lograr
y
emanar
largos caminos augurados por los sueños -ella y él- de la vida.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Vuelta de campana

"... escribir la jitanjáfora siguiente: ..."
Rayuela 41

A veces tengo unas ideas tan atroces...

Y depronto salgo y el frío me cala
hasta el raspón del hueso
y la canallada del otro
me va hiriendo en la mirada.

Superpongo ruedas a piso
y                  ruedo.
Me voy dejando caer en la respiración
de la tarde que cede, cálida-lúmica a
                                                     la
noche.
/
Se pasma detrás de las acuosas nubes
in círculo incandescente
plateado como lágrima de felicidad
o de soledad acongojada/

me arremete sin ánimo de dejarme ir
una melancolía austera,
                       austral y bermellón.

(Primera vuelta completa del satélite, de la estrella,
sin estar            completo).

Me aletargo en la tarde,
me hago tarugo
y trepo en las ramas del tiempo, lo deshueso
-lo trago despacito- para que dure mas
este extrañarte tan vinesco
                       tan inmisericorde.

Ta tan.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Caminito de regreso

"...voy a ocultarme en el lenguaje..."
Alejandra Pizarnik

Voy viniendo de un camino
plagado de arena en los pies
y llagas en la espera

con una certeza implícita
que me derrite como granizo
o certera vista.

Camino en círculos y titilantes
astromelias me siguen en los jardines nocturnos,
me gritan y se agitan, me muestran los dientes

para que me aferre auguroso
al día en que vas a partir/
te doy mi abrazo de oso.

No temo ya mas
por la gruta en la que me encerraré a morir
temo por el jamás.

Vete a las aguas profusas de la distancia
para que en las letras
yo no sienta tu distancia.

Alegorías superpuestas de collares
y defectos por suplir,
no quiero que te vayas/y sufrir.

Aguántame ciertamente con ternura
abrázame ciegamente en la oscuridad
siente el siseo de mi tortuga enmarañada de añoranza.

Paciencia de gota fría en la cabeza
y empieza este reloj-tismo
a dar sus frutos muy amargos, muy inciertos.

Vete, y verás como la distancia
será simplemente un hilo acrecentado
de la amalgama de este estar.

martes, 29 de noviembre de 2011

Reflexión previa a la tragedia.

Érase algo que me estaba
consumiendo la felicidad

la falta de seguir la acuosa
curva de la letra o del tiempo/
                        todo el tiempo
alejado de ella
entregándome a cosas mas banales.

Oh!
Ahí está ella,
que se parece tanto a la felicidad,
aunque esté vestida de café
y me haga charco los ojos.

Poema de tinto

Implacable,
por favor, ten esa dulce piedad

de llegar
ya
de llegar
tu/

de estar presente como el viento ó
                                       la mandrágora venenosa.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Una carta de amor

Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo,

como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,

todo eso es tan poco,
yo lo quiero de vos porque te quiero.

Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,

y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.

No me des tregua, no me perdones nunca...



No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre,
que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil,
no seas caricia ni guante;
tálame como un sílex, desespérame.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Si las nubes no anticipan.


Si las nubes no anticipan en sus formas la
historia de los hombres
Si los colores del río no figuran los designios del
Dios de las Aguas
Si no remiendas con tus manos de astromelias las
comisuras de mi alma
Si mis amigos no son una legión de ángeles
clandestinos Qué será de mí

Busco una enfermedad que no me acabe...




Busco una enfermedad que no me acabe

sino el dolor constante de la vida:
algo para fingir que estoy dormida
detrás de este temblor de escarcha grave.



Busco un agua cósmica que lave
la lágrima terrible que me oxida;
busco el morir distinto, y voy herida
por la pena vulgar que nadie sabe.



Y así me marcho, sonriendo a todos,
luminosa de gracia y desventura,
con el secreto horror hasta los codos;



callándome en el verso y en la prosa,
para que escriban en mi tierra dura:
esta mujer ha muerto de dichosa.

Tos de tren de medianoche

Hoy vienen importándome pocas cosas:
la comida de mi gato
mi desayuno de mañana, 

si hace sol para secar mi ropa tendida
o
si la compañía es la soledad, 

pero la lluvia no deja de lavarme los pies, 
como llamándome a la muerte 
o
queriendo robar mi pobre y poco lustrosa poesía

que es larga como las noches frías
las poco suficientes palabras cuando se las necesita/

la cabeza no deja de darme vueltas
y
los cigarritos no alcanzan/ y no te alcanzo

alargo mi mano nervuda de tambor
te lanzo mi mirada con nudo corredizo para aferrarme a ti
te suspiro cerca en la distancia

pero mi caminado pierde fuerza
mi boca sutileza
mi sueter su grandeza

y me descubro no siendo
no ser
lo que no quiero.

Me lava de pies a cabeza 
la lluvia ácida, cual limón recien partido,
me enmugrece los versos

cada vez mas.

Los fantasmas que me traen la oscuridad
son poco gratos
me hacen toser como los gatos

y me estropean la felicidad.

Ya no tomo mas mate
para que nada me ate

Ya no fumo mas borkum
y mis pulmones hacen ¡Bum!

Solo importa el cuerpo que
da memoria al texto, al dibujo olvidado de la letra

a la palabra escondida en el bolsillo de la camisa
echada a lavar, olvidada y desmantelada.

Importan a veces las cosas no importantes/
como las importantes se alejan

Lárgome,
por fortuna para ti.
Infortunio plagado de meteoros-
de humo y bicicletas.
Lárgome,
para el infortunio mutuo-,
desdichado.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Primera letania a ella, osea tu.

Estrella, gato, crema, la zorra y sus uvas, flores, lejanía, letanía, pereza, cuerpo, sillón, enamorarse, eso es del diablo, fusil enarbolado de su cuerpo, estampidas de tiempo, orgullo casi patrio, piel, ojos dedos huellas calzones y cucos, mas piel, domingo, sábado, viernes, jueves, la semana incompleta, martes de diez a doce, ¿será o no será?, el tiempo, la esponja, lunares, sus lunares, la oreja, la ojera, la curva, la línea, la vena y la avena, los frutos, lo fructífero y lo infructífero, ¿quespera?¿quesmanzana?, ¿será hoy o será mañana?, tú y mis papilas gustativas, África en frío y ya no hace frío, la muerte, la vida, lo esperado y lo inesperado, ser y conocer, simplemente conocer, mas gatos y una pareja-no discreta-, la ausencia:¿Qué será ella?, tú, el aguardiente, la cerveza, borkum, mariguana, cocaína, cocacola, poca cola, cola de cola, y cola de fila, y cola de pegante, y cola de cabello, y cola de caballo, el viento, las sonrisas, la risa, la rosa, la bolita de papel, las bolitas, el papel de ella, mi papel, la tinta que es sus manos, mi tinta que es mi esfero, Gustavo y su lago, Miranda y Shakespeare, Arabia y las cuerdas, Gibson y pic-dudosamente así-, “pero te quiero mi amor, no puedo estar así”, la interpretación, el origami, lo membranofono, la canción, la letra, la letra de la canción, la letra del cuento, el ritmo, la arritmia, la lluvia, mi lluvia, tu lluvia, nuestra lluvia, la conjugación de nuestros verbos y personas en común, tu y yo, el ventarrón, el calor, las hendijas, los cristales, la cerveza, algo, nada, todo, las miradas que un día partieron, la prisión, la libertad, las goticas, las gototas, los tenis, las botas, el ir, el venir, tu camino, los árboles, las angustias de los ojos, las sucias palabras, el día de marzo, el segundo, la eternidad, el buscar, el encontrar, el besar, y el no besar, la rosa y el floripondio, lo común, lo incomún, los cuadros de la tela, el atardecer, el mantel al lado de tu ventana, van, vienen, adentro, afuera, las manos, amigamente, enemigamente, la cabeza, el llano y el obtuso con sus amigos los primaverales ángulos, los archivos, las copias y pocos originales, las palabras sonrientes, las manchas del sol, los cráteres de la luna, la mortificación, los enemigos, las enemistades, lo posible y lo imposible, el polvo, el mugre, el golpe, la inmunidad, el dulce, el hueso, incólume, el nacimiento de la muerte, el retrato hablado, el membrete, la carta, la coma, el punto, la voz de la letra, el mudo sonido de la respiración del silencio, el amor, lo grandioso, el libro, la partitura, papel rasgado, el armazón del papel, la maza, el pan, la masa, el pensamiento, el creer, el sinsonte, el monte, el cristo, la inexistencia, el equilibrio de la suerte, el tinto, la compañía, el silencio, la carne y la verdura, el resplandor, el mar de su confianza, la barca de los dioses, la bendición del error, el augurio, lo blanco, el deseo, el azul, lo puro, el rojo, la muerte, el hijo, no hijo, escuchar, la lucha de amarillo, el acorde, el sombrero, feo, bonito, grande, pequeño, delirio, locura, cintura, rodillas, luz, obscuridad, figura, hallar, perder, cobardía, recuerdo, confundir, golondrina, verano e invierno, ausencia ausencia ausencia, la respiración, nuez, galleta, galleta de nuez, el árbol, el frío, soñadores, el muro distancial, ciertos sentimientos, contar, callar, pantalón, falda, tus sueños risueños, las calles, las carreras, las tejas, los barrios, las ventanas, el golpe doble en la puerta, la elegía, el salto, la espera, 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20, enerofebreromarzo, 21 22 23 24 25 26 27, abrilmayojuniojulio, lo entrecortado y la respiración, el arenoso tiempo de las manos, vamos a andar, la amistad, esperar, desesperar, dormir dormir despertar, lo curioso, lo certero, emerger, hundir, bailarina silenciosa, el miedo, el desasosiego, ¿pequeña molestia?, una muela, unos dientes, una boca, una lengua, un labio, dos labios, una besa, el otro también, Ilona, serlo todo, Álvaro Mutis, gonzaloarango, tu ombligo, el mundo, tú: el ombligo de mi mundo, la fuga del tiempo, el amor, corazón y vena, vení vení, morsita o súper héroa, confundible e inconfundible, clamor, vértigo, fervor a ti, Ati. 

Los cansancios humildes\ Otoño

¡Tanto mal que me hiciste
mujer de los ojos lejanos!
Los caminos mas buenos se van poniendo tristes
y todos los deseos se me tornan ancianos.
Pero a la primavera 
curarán mis retoños
y astral y santa será la primera
ruta de los otoños!
Sabré mirar la nueva fuente de mis encantos
como una golondrina sabré mirar el Sol(ê)
diré una estrofa dulce en cada desencanto
y en cada atardecer pintaré un arrebol.
Todo el mal que me has hecho, todo el mal que 
me has hecho
con la nueva esperanza desaparecerá
y bajo el viejo techo
toda menguente me verá.
Un poco mas doliente, un poco mas anciano
pero con una miel mas serena en el pecho.
¡Cómo sabre gustar, mujer de los ojos lejanos
todo el mal que me has hecho!

¿Cuántas cosas sabemos?

Pero me era imposible renunciar a la esperanza...  
-Julio Cortázar

¿De que esta compuesta una palabra?

¿Será acaso las vocales abiertas o cerradas las que le dan su forma?

¿O verterán en ellas todo su poder las decisivas consonantes?

Un pensamiento se posa sobre ellas antes de su inexistente existencia, las deja desposeída de todo valor gramático, de toda emoción superflua o de vanidad indefinida.
Las susodichas sirven para dejar un recado en la puerta del vecino, para recibir una mala noticia o para dar un efusivo saludo de (mal-bien)venida.
Ellas se despreocupan de cualquier avance, solo nos dejan esa inutil herramienta que llamamos voz. Nos hacen arden en el fuego de la incertidumbre, nos muestran el desasosiego del no, ahuyentan los malos recuerdos de antaño, y hasta un Toño le grita a una Toña con alegre encaramiento que solo palabras no son amores sino mejor buenas razones.

Todo lo definimos con una palabra, le damos forma, le quitamos fuerza, le mostramos un camino o una instruccion al sujeto perdido en el centro de esta ciudad equisita de smog, pero si nos desposeemos de toda palabra aguda, u oclusal, ¿seremos capaces de subsistir sin ellas?
Pero un bandoneón nos habla desde el humo, un contrabajo desde el piso donde se toca, una percusión cualquiera nos entreabre la puerta al desconcierto, y todo con un aire incierto de silencio, lleno de nada, sin palabras para definir ni por definir.
Pero, al fin de cuentas, ¿De qué esta compuesta una palabra?

Canto de Pututo (I)

Pájaro que mira lentamente y va des apaciguándose, llenándose de ese ánimo que poco lo caracteriza para decirle las cosas al viento, ese compañero que en otras épocas le hubiese ayudado a elevar vuelo. Camina de aquí para allá sobre esa cuerda floja eléctrica, fosforescente. Le escurren las gotas de la lluvia hasta la pata más izquierda.  Y la cuestión es esta: quiere él el sol, que está tras las nubes gris plata, gris plomo, gris baldosa de tierra fría, pero son tan pesadas que el solo aleteo de él no serviría de mucho. “Amigo Viento-dice quitándose el sombrero que le atavía su plumaje- fuera usted tan amable de llevarse las señoras y señoritas nubes para atrás de la montaña, es que quiero sol para mi y mi compañera, que es tan amarilla como naranja ombligona o mango que se descuelga”, y para el Viento, intrépido, haciendo un gesto de gracia, una leve voltereta, un manoteo agitado, y ¡Plaf! Don Nubarrón que se va y con este todo su harem de Nubecillas. Pájaro no sabe como agradecer, sale esa noche a cantar y a silbar con caracoles al pico. Su infatigable compañera le sigue en su adorable canto, en su extensivo agradecimiento.

Es verdad

"Veo un jardín inmenso sepultado en la huella de una pata de pájaro"
Olga Orozco

La tristeza,
Esa huraña tarde que se posa
En la mirada solitaria de mi pecho,
Ahuyenta los colibrís que querían acercarse.

Todos los bancos de esta plaza están vacíos
Y nada hace fluir el agua de la fuente destruida
Las piedras ruedan del cadalso en el que se propone
Darme muerte.

Benévolos cactus me dan su
Bondadosa agua verde
Para este rojo atardecer.
El amarillo es ingenuo y lo aparto, no lo dejo hacer parte

Del vuelo de la luna.
Llega ella,
La lluvia la acompaña
Es de noche y me siento con amplias
Ganas de decidir decidirme.

Imploro cantimploras
Para guardar este atardecer solitario
Y ofrecértelo en tiempos de cólera.
(Rabia suicida, rabia frustrante, Rabia).

Azul macabro.

"Tiene como una especie 
de electricidad"
Rayuela 63


La magia,
esta vez, duró poco
pero fue recompensado por tu sueño/
por ese pequeño salto que daba tu cuerpo
por la caricia pausada
frente a la mirada
inquisidora de 
tu padre.


La caricia de la boca 
ya no es la misma
ha perdido toda 
                         calidad de
asombro.
                Cantidad de 
fuerza.
Y eso pasó hoy
con una lluvia que inundó calles
y me lavó la poesía.


Somos carne de cañón
de esta noche despiadada.

Nov. 20/11

A Edith,
que lo perfuma todo con su.

¿Qué  haré  si de pronto   un día partes a
partes que yo no pueda llegar?

Haré de mis vientos la marea, de mis botas
los barquitos y del tiempo
nuestro preciso complemento
para salir en tu búsqueda infinita y 
cósmica
siguiendo tu olor de felino joven,
de mirada dura/
tachando los taches que intenten interferir
de modo singular o plural en nuestro hilo.

Partiré tras de ti. No siendo/           
                                           sonriendo.

sábado, 29 de octubre de 2011

Nunca mas reeleré tus cartas

Es que de alguna manera es como matarla, había pensado Emérito, como terminar de asesinarla. Y ese pensamiento lo había hecho postergar la decisión, hasta ese día. Se venía fabricando excusas varias, fiebres y compromisos desde hacía semanas, desde que Etelvina irrumpiera en su vida, sin pedir permiso, trayendo brisas de azahares a su largo invierno de hombre solo. Pero mientras las cartas y el retrato estuvieran en la casa, era imposible cualquier acercamiento a ella. Por eso había desafiado la neblina y la llovizna , y había ido manejando hasta la escribanía, con los gruesos anteojos de manejar de marco negro (alta graduación, según el oculista, o culosifón, según sus amigos) casi pegados al parabrisas, enmarcando su mueca arratonada de miope. Por eso había accedido, o mejor dicho, había solicitado sentarse frente a Langsmann esa mañana inmisericorde .En el estudio de caoba y gruesos tomos, penumbra elegante y decorado carísimo. Estrujando el paquete de cartas (sus cartas) y su retrato con manos sudorosas. -Bueno, damos comienzo: Yo- comenzó a leer Langsmann con voz solemne- Emérito Regunaga Espil, en pleno uso de mis facultades, entrego en custodia permanente... Emérito escuchaba como ausente. Tenía sesenta recién cumplidos, y un aspecto frágil, quieto y desamparado, como el del novio de mazapán de una torta de bodas. -...el siguiente paquete compuesto por cincuenta y seis cartas de amor, abiertas, con sello y matasellos, unidas por una cinta de seda gris, dirigidas al firmante y escritas por la Sra. Leonor Vicien de Regunaga Espil, de quien se cumplen en la fecha veinte años de ausencia por causas no especificadas... -No puso lo de la dictadura-acotó Emérito. -Y, no. -Langsmann levantó la vista.- Esto va a registro público. Mire si el día de mañana se da vuelta todo otra vez y quedamos pegados. -Tiene razón-Emérito bajó la cabeza, abatido. Ni eso nos queda, pensó. Ni enterrarlo por escrito. -Bueno, prosigo: ..cartas que declaro haber leído y releído una y otra vez, a razón de una por día, durante todo el período de ausencia de la citada,hasta la fecha, como prueba irrefutable de amor por la susodicha... -Lo del amor- interrumpió Emérito- ¿se puede poner? -Quédese tranquilo. -Langsmann enarcó una media sonrisa- Para penalizar el amor primero tienen que descubrir que existe. -Claro, tiene razón. Langsmann continuó leyendo -Y dado que es mi voluntad irremisible el interrumpir su lectura en forma permanente y definitiva es que adjunto el dicho paquete de cartas, al que añado un retrato de la anteriormente citada señora, con marco de peltre, de quince por veinticinco centímetros... Emérito se había adelantado para dejar las cartas y el retrato. Se quedó mirando la figura amada que le devolvía una sonrisa veinte años más joven, con la indiferencia que tienen los retratos para las despedidas. Entonces comprendió, de pronto, que el desamor no es otra cosa que una de las argucias de la muerte. -..que se adjunta al susodicho paquete de cartas, y se le añade un par de anteojos de lectura de marco dorado, graduación baja - Los anteojos, por favor, don Emérito... -¿Perdón? -Los anteojos de lectura, me pidió que los adjunte con todo lo demás. -Ah,sí. -Emérito extrajo un estuche del bolsillo interior del saco, y lo apoyó sobre el retrato. -Está seguro que quiere hacer esto?-preguntó Langsmann. -No puedo hacer otra cosa, doctor. Mientras estén sus cartas en casa es como si estuviera presente.No puedo evitar releerlas. Ni esquivar su retrato. Y he conocido otra mujer. -¿Y los lentes? -Es parte de la ceremonia. Su razón de existir son esas cartas. Deben irse con ellas. Ya me haré otros. De todos modos me sirven sólo para leer, para manejar tengo otro par, de alta graduación. -Como quiera- dijo Langsmann mirando furtivamente su reloj- bueno, concluyo:...y es mi voluntad que las pertenencias antes mencionadas sean guardadas en forma permanente por la escribanía actuante, con la expresa prohibición de entregarlas al firmante o a quién este designe... -Está bien, suficiente- dijo Emérito- ¿dónde firmo?. En la calle, la neblina se había hecho más espesa. Notó que lloraba, inadvertido, como la lluvia quieta y sorda del invierno. “Hay otra mujer, Leonor”, pensó,”ya no podía postergarlo más. No sólo no supe protegerte, tampoco he podido proteger tu recuerdo”. Y se encaminó hacia el viejo Taunus, otro evadido de esa época, que aguardaba pocos metros calle abajo. Se sentó al volante,las manos y los ojos húmedos de llovizna y lágrimas, y dió arranque. El tránsito rugía en la avenida a gran velocidad, en ambos sentidos, separado por una pared de niebla. Se puso los anteojos y pegó la cara al vidrio,luego de intentar limpiarlo infructuosamente con el dorso de la mano. Puso primera y se incorporó al tránsito. Todo era borroso y difuminado, coronado por pequeños hexágonos luminosos. Pasó a segunda, aceleró, y descubrió que lo único que se veía nítido eran las letras que formaban la palabra SCANIA. En la parrilla del camión, ocupando todo el parabrisas. Clarito, como solo pueden leerse con unos anteojos de marco dorado y graduación baja. A distancia de lectura.
 

sábado, 24 de septiembre de 2011

http://www.youtube.com/watch?v=EU0LljxpHIk

Es urgente


Luna
no me abandones mas
que tiendo a recuperarme
en la cuna de tus cráteres.
Zoé

¡Oh! Vanagloriado pino que forma arcos
                                                              espiralados
y pequeña sombra me da.
Fotográfica repetición de sillas
mantienen mi ánimo alerta.

Transeuntes musicalizan los adoquines
empotrados impropiamente sobre la tierra.
Vidrios reflectan la luz y el pasar
sin que nadie  los perciba en su laboriosa tarea.

Intento escribir (te)/(de) amor,
¿Pero de qué forma te describo los colores que nos
                                                                               unen?
                                                                          Zapatos rojos-
                                                 semáforos verdes-
                                                 Manzanas verdes-
                                                                         Sandías mutuas.

Reverberación de color y sueño
que hierve como tinto mañanero                     ó
como sexo nocturno.

Cuadrícula organizadora del espacio del espacio y de los días.
¿Ahuyentas estas ganas de ahuyentarme?

Último mate cebado.

Te vas alejando del muelle donde estoy de pie, en tierra firme, luego de tanto trasegar contigo por los mares llenos de advenimientos inciertos. La tierra firme no es para mí, te quiero pero me estabas llevando contigo, no puedo soportar mas, el mar me marea, tu incertidumbre es manchega y llena de imprecisiones.
Tú buscaste que recorriéramos este último tramo del camino, alejándote y alejándome para que por fin quede solo, sin conciencia ni compañía, como siempre quisiste que estuviera, perdiendo toda validez. Ya no busco estilo propio, solo intento decir las cosas como las siento y como las veo. No se tocar piano  ni guitarra, pero si se tocar espaldas de madera maleable, espaldas que no buscan nada mas que una caricia, no pretenden ser nada mas pero que son mas que eso.
Te devorará el tiempo corazón y razón, buscarás en la lata de sardinas la reminiscencia de la sombra guardada por el ratón para la comida, perderás todo sentido oclusal de orientación, el sol ya no pasará por el equinoccio en tus días, ni yo buscaré en ti mi estrella para guiar mi norte perdido.
Perdiste tu mirada con la última curva de la bicicleta, que dañaste sin buscar fututo reparo de ella. Nos dañaste e intentas hacer toda la basurita a un lado y seguir, debes limpiar los momentos y los tiempos, pensar y pensarte. Reflexionarme, como rodilla en bajada. Seguiré perdiendo identidad como en viejos tiempos, bajo el sol y con la lluvia, limpiándome de malos sueños y desatesorando buenos recuerdos. Ya el aire ha perdido validez de ti, de mí, y cada vez estoy mas lleno de absurdos.
Soy un eco, una triste repetición (y en esta frase me encontrarás bastante, me reconocerás) de otras letras, de otras bocas, de otros cuerpos y otros cuentos. Ya no extraño la incertidumbre del sexo ni las nuevas músicas mutuas. Si la palomita al dormir, pero todo es cuestión de costumbre, ¿no?                               Me voy a desvanecer. No te quiero querer más, el                             tiempo toma tiempo, salir del agua como gato mojado.
Irreversiblemente creamos mutualidades de color de sabor de saber de querer de mentiras y de robos a malas personas. Nos entrenamos muy bien, trepamos bien por los árboles para la tela y nos repartimos juiciosamente la cocina. No se bien quien vendrá a mi ruta, si ha de ser E u otra multiplicidad del saber, si un pájaro en el agua o un pez saliendo de la jaula.
¿Mentiroso soy? Para ti ha de ser así, lleno de obscenidad y caricia revuelta con el pelo de antaño. He venido recibiendo bondades inmerecidas para tanto mal hecho. Pido disculpas por el desangramiento mutuo, por la destrucción masiva de  tu pecho, y por los malos recuerdos que llenan vasos vacíos del pasado.                                                       Ya no me destruyas más.
Un bon voyage. Déjame irme con todas las maletas, no por tu intención sino por la mía. Sabrás de mi muerte si es necesario, de mi enfermedad y de mi vejez, pero no intervengas ni con el pensamiento en mí. Regálame el olvido, como don-bondad. Te quiero. En el olvido está el poder, no lo quise así nunca, ni la distancia ni el resentimiento. Es rara esa compañía del recuerdo, esa abullonada gana del saber.
Te esperé en las esquinas para verte, te llamé con el deseo, ahora estás llena de desierto para mí. Has de ser peyote o san Pedro para otro, no vas más en mis alucinógenos. No hay sillas compartidas ni encuentros furtivos para pérdida de información. Todo se desgastó y no queda mas guita, ni platos de comida gratuita, ni compromisos a póstumos. Las grabaciones de recuerdos se desvanecen y no quiero forzarlos a que se queden. Me importa un bledo la circunstancia y el azaro del destino. Muerto este último. Camino sin reversa.
“Nunca quise hacerte mal” Zoé, que buena banda. “Fulminando el tiempo”. (“Canta lo que no puedas decir”). Te estoy dejando en remojo, crespa de papel, y ya verás que con el tiempo te diluirás y pasarás a ser otra cosa, que yo no se bien qué será. No se bien qué será.
El tiempo tiene olor y temperatura. Lo dejaré al aire libre para limpiarlo. (Género masculino determinante). Statifix Épanoui.
Es literal, cebo este último mate, contigo, a tu honor, a tu dicha, en tus maletas en mi puerto. Lo cebo cerrando este párrafo y este lapso de la vida.                 “Ya   no   te   espero”.

sábado, 27 de agosto de 2011

Piedra, papel, tijera.


Hoy, pesadamente, me di cuenta de las arrugas que cubren las hojas de mis cuadernos de notas, de mis cuadernos de seudo poesía, de pequeños cuentos cortos, de borradores inconclusos como la sinfonía del mar, de Piero, y me puse a pensar seriamente que esas arrugas son el producto del pasar de el tiempo sobre ellas. Han aprendido con nosotros, se han confundido, nos han visto maldecir gradualmente frente al cansancio, pero mas importante aun, nos han dejado aprender a través de ellas. Han sido medio y han sido fin, que igual de importantes son. Nos han dado alas para imaginar y nos han enjaulado al no encontrar una salida prudente a cierto miedo frente a la hoja en blanco. Hemos derramado casi sexualmente sobre ellas montones de lujuriosas palabras e imágenes, nos dejan acariciarlas con nuestras plumas, marcadores, esferos, lápices y colores de puntas cortas. Es su forma de acicalarse.

Han sido barquitos que naufragan en un charco a la salida del colegio o en la alberca de la casa del abuelo, también avión declarador de amores, gruyas aunadas a cielos veteados de madera, o alguna otra forma de indescifrable origami principiante o profesional.  

Nos han dado la sabiduría del silencio, la pulcritud de la blancura, el dulce olor de nuevéz, el fino y doloroso corte de la hoja recién salida de la resma, nuestro atisbe de exacerbada perplejitud ante lo insólito de la multiplicidad de su ser. 

Pero hasta hoy había sido ciego, insensato e insensible frente a esa hoja, mi fiel compañera desde recónditos tiempos vulgares. Ahora la querré un poco mas por esa delicada sencillez callada que la acompaña.

Agradezco a la hoja que encontré en ese bolsillito de mi camisa por dejarme agradecerle. (No a esta blanca hoja digital, que nunca será tan fiel como la amarillenta hoja del cuaderno rallado). 

Insap

Estrella que mira,
estrella que absorbe energía,
Sol que le guía el camino a la estrella,


estrella que guía el camino del Pájaro
augura buen norte
y clarividencia mares y montañas.


Buen pasar de Estrella 
                                   por
los ojos
             del Pájaro.


Enseñanza de la Estrella para él.


El la observa, la aprende, la ve a los ojos.
La hace para el una lluvia y se baña con
su
dulce 
rocío. 


Él se olvida del Equinoccio y de las flores,
se calienta con el fuego del árbol mama,
come, se alienta
duerme, se despierta


Vive vive vive en la noche
esperándola
                     a ella
a la Estrella que el espera le guíe el camino
                                        le guiñe el viento
lo espere y le de la Ruta de la Chakana


para llegar hasta ella, que es Iwa Estrella/Iwa Lluvia. 

Me voy


 Ni el cielo me contesta
Cuando pregunto por ti mí bien


Te dejo un beso atado a la pared,
un abrazo en el árbol del último recodo del
camino, un camino de cascajo sin caballos,
un
auguroso
cielo rojo
desde el palomar de tu tejado/ 

los espejos húmedos de amor mañanero, los
zapatos rotos por ser los favoritos,
                      calcamonías
de superman o batichica,
gafas y cigarros por doquier.
Humo,
           humo,
                     humo
de madera de  
tabaco de  
comida de
velitacumpleañera,
variopintos humos,
pero nunca del smoke.
Pero nunca del smoke.

jueves, 11 de agosto de 2011

Calle de La Rosa (PTR)

A Tres puntos(suspensivos)


No logro tener clara la hora
pese a los campanazos creyentes,
la veta en el cielo
tiene verdadero color,


placas placas placas
más placas de ladrillo
siguen mutando el paisaje
de los años


en los que aun no he vivido.
Denodada-mente esta tarde de Sol frío
y tu contacto.


Espero sentado aprendiendome las tablas,
recordando el abecedario,


Y tu mirada se plasma en la pared.


Sujeto/Objeto 
café para la tarde


esquina recurrente
para el encuentro:


Botines azul turquesa (¿?)
suspiro mirando la hora,
cara nauseabunda de la espera


Abro este día soltando gaviotas
y van cerrando este ciclo un par de Palomas-
la gente olvida con facilidad 
                                          y/o
yo voy tejiendo en el olvido.

Hôtel des Beaux Arts


martes, 9 de agosto de 2011

Ratona Pirinola


J.L.B.


Alejandrísima


Ferreira Gullar


Aprendizado

Do mesmo modo que te abriste à alegria
           abre-te agora ao sofrimento
           que é fruto dela
           e seu avesso ardente.

Do mesmo modo
           que da alegria foste
                                    ao fundo
           e te perdeste nela
                                    e te achaste
                                    nessa perda
deixa que a dor se exerça agora
sem mentiras
nem desculpas
                                    e em tua carne vaporize
                                    toda ilusão

que a vida só consome
o que a alimenta.

lunes, 8 de agosto de 2011

Muere lentamente


Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.
Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las “íes” a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.
Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.
Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.
Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.
Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.
Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.
Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida felicidad.

Pablo Neruda