Ni el cielo me contesta
Cuando pregunto por ti mí bien
Te dejo un beso atado a la pared,
un abrazo en el árbol del último recodo del
camino, un camino de cascajo sin caballos,
un
auguroso
cielo rojo
desde el palomar de tu tejado/
los espejos húmedos de amor mañanero, los
zapatos rotos por ser los favoritos,
calcamonías
de superman o batichica,
gafas y cigarros por doquier.
Humo,
humo,
humo
de madera de
tabaco de
comida de
velitacumpleañera,
variopintos humos,
pero nunca del smoke.
Pero nunca del smoke.
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