miércoles, 8 de junio de 2011

Días

Gaviota de sol/
tienes
arena de incansables recorridos,
te circundan
espesísimas lágrimas
del mar.


Esposa/ dulce
de/ y
Caín/ negligente.


Bibliofilia sagrada biblica,
que ahuyentas indeleitable.
Maquiavélica mezcla de colores.


Efemérides confiables circunstanciales
se posan en
callada sucesión de espirales.


Muros
inatajables
crecen
enhiestos
bajo la inmisericorde sombra
del Yarumo olor
de canela,
verde pasado niñez,
te escudas primaveral del 
sol.


Huyo.
Te halo.
Te muerdo.
Me deslizo
bajo
tu enmudecido sobaco.


Maullo 
incastrable,
incatastrófico.


* * *
¿Què piensas, bala,
antes de ser disparada
contra el pecho suspiador del gorrión?
* * *


¿Y qué pasa
si (axioma)
me acerco?


Me desposeo de toda / 
facultad.


Te observo desde la esferica
punta del abismo,
con la lupa 
en las yemas 
de mis dedos.
Te veo.


Adoquines dodecaédricos se
pasman ante
el mordisco 
del centauro,
bajo
la nube 
de Üqbar, 
en la
desidia de Éjkull.
Te espero.


(El avioncito cayó en Laponia).


Invalido todo dragon menopausico/
metafisco.
Desamarro toda amatista de las 
miradas.
Finiquito todos li¡os principios basados
y
envasados
en la realidad.


Circundantes
circulos 
pasmados.
Ovillos de lana para los gatos de mis pies.


Cerrojos a las bodegas de mis
guaridas.


Ah!


Ahora parto a hibernar.

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