sábado, 9 de julio de 2011

TR II

A Martín, que se sabe.
Aún hay cosas que no logro descifrar
sin ángulos matemáticos
ni dolores de cabeza
sobre las causas y las cosas
que me adeudan sobre las respuestas que
le debo a las preguntas de
tus ojos,
al incrementante contoneo de
tu palabra,
ni a la sed insaciable
que me vas dando con tu
charla,
contigo, mujer de advenediza contextura
lingüística
y profana escritura digna de merlín
por su esclavizante poder doblegador.
Linderos cercanísimos a tus pómulos
y a tu cumbamba
producen irremediablemente sobre mi sonrisa;
a fuerza de soportar,
la magia  de no permitirte dejar de sonreír.

Venus de Milo, Acuarela de los días,
Lujuriosa letra del callar, Encarcelado silencio,

No permitas que caiga en desuso el poder de /
Tu mirada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario