miércoles, 26 de septiembre de 2012

Sueño

Y asi es cómo nos iluminan los ciegos. 
Cap. 98-R.
Me estoy hundiendo en un fango
brillante y oscuro,
pasa un ave -que canta un lenguaje olvidado-
y devela una suerte de oro
sobre el agua

y vengo a ser un viento
que narra las noches
en el fuego,
que sienta la palabra
en la banca de arcilla 
de esta tierra.

Muero, siento cómo muero,
absorto
            me
absorben el alma
y las paredes son 
árboles y uñas pintadas.

Escribo diestro
sobre mi siniestra,
clavo mis ojos
sobre ese lienzo amarilo
-que es el papel, el yuxtapuesto papel-.

No se si escribo 
o estoy siendo la historia de otra persona.

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